viernes, 13 de abril de 2007

Contruir... destruir... construir... destruir...construir...

Dicen las malas lenguas que el arte ha de ser algo que perdure en el tiempo. Nada perdura demasiado. Lo suficiente como para dejarse ver un momento.
Cuando volvió a mantenerse en pie algunos minutos todavía no era consciente del nuevo estado en el que se encontraba. Titubeaba cuando miraba el suelo, tan allá a lo lejos, nunca se había percatado de lo alta que era, y que desde allí la perspectiva era distinta, distinta incluso para mirar a los ojos de la gente, si es que alguien se decidía a mirarla así de una vez. Al fin y al cabo todos buscamos lo mismo, ¿no?... al menos eso dicen, entonces ¿por qué no nos ponemos de acuerdo?
Los pies se le hacían pequeños en esa distancia recién descubierta, las rodillas diferenciadas la una de la otra, tan separadas ya de sus hombros, tanto tiempo encogida no era bueno. Ahora extenderá los brazos estirando la yema de los dedos para intentar rozar el cielo, pobre ingenua… no es para tanto. Nadie a su lado, eso no ha cambiado...

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